Almendralejo, con más de 34.500 habitantes, es la capital de la comarca de Tierra de Barros, la más fértil y próspera de Extremadura. Su tierra arcillosa favorece la producción agrícola de secano y una economía basada en el cultivo tradicional de la aceituna. 28 industrias aceituneras, competencia directa entre sí, deciden unirse un objetivo común: evitar los problemas de contaminación procedentes de las aguas residuales del aderezo de la aceituna.
En el año 2004 se crea ADIADA, Asociación de Industriales de las Aceitunas en Almendralejo. Según Paco Melado, presidente de la agrupación, ‘nace de la conciencia europea de mirar la naturaleza. Almendralejo tiene un problema añadido, y es que todas las aguas que se vierten llegan directamente a Portugal. Los convenios internacionales obligan a que dichas aguas tengan un adecuado grado de pureza’.
La salmuera es un vertido contaminante que, hasta el naciento de ADIADA, se tiraba a la red urbana de aguas. Con el fin de evitarlo, las empresas de aceitunas de aderezo de esta localidad llevan a cabo un largo proceso que comienza en la planta de tratamiento. Manuel Ángel Cid, director técnico de ADIADA, explica cómo se produce el tratamiento: ‘en prer lugar, se reciben en la planta los vertidos de todas las industrias en un foso de entrada. El proceso comienza con la fase de filtración, en la que se elinan los gruesos del agua bruta; cuando el agua ya ha sido filtrada, pasa al prer tanque de homogeneización, donde se trasvasa de forma controlada al proceso químico. A través de un caudalímetro electrónico se controla el pH y se añaden los productos químicos que conseguirán que las partículas en suspensión se unan, creando un residuo más grueso. El siguiente paso es el proceso de flotación, el agua pasa a una balsa, donde se aplica aire al agua sucia, consiguiendo así que los residuos agrupados floten, para después barrerlos. El agua clarificada pasa al segundo tanque de homogeneización, donde se remueve y airea; desde ahí, dos bombas de 120 cv envían este fluido a las balsas de evaación instadas en Aceuchal’.
En el kilómetro 74 de la carretera Almendralejo Aceuchal se ubican las balsas de evaación de vertidos, allí va a parar el agua que se ha tratado en la planta. Todo el sistema eléctrico funciona a través de energía solar. ‘El agua llega a una balsa de recepción, situada en la parte más alta de la finca, a partir de ahí se distribuye a las otras cuatro balsas’, explica Cid.
ADIADA realizó una segunda inversión para dotar de un sistema de bombeo que facilitara el trasvase y la recirculación desde la parte más baja a las más alta de la finca, además de añadir un procediento de seguridad, que evite que cualquier vertido pueda derramarse a un cauce de agua.
Almendralejo es la ciudad española con mayor producción de aceitunas de España, uno de sus pilares económicos. Sólo las 28 fábricas que forman ADIADA ya alcanzan un volumen de más de 45 millones de kilos de aceitunas. Por este motivo, solventar el problema de la contaminación de afluentes era prioritario para ellos.
En el año 2004 se inauguran las balsas, con una capital inicial de dos millones y medio de euros. En 2012 se crea la planta de tratamiento de Almendralejo y ahora se presentan las nuevas mejoras en las balsas, el sistema de circulación y de emergencia, todo esto valorado en un millón seiscientos mil euros.
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