“Me encanta, me encantan estas historias”, dice la presentadora Sonsoles Ónega, cuando habla con una ‘cornuda’ que lo fue a los seis meses de estar con su marido. ¡Qué buen rollo! ¡Qué bien!, un programa que seguro desbancaría a Jorge Javier y su burro. La afectada por el exceso de calcio sigue contando que al final ella era la otra, de otra que estaba con el entonces su novio… Esto, de verdad es periodismo o casquería. Las audiencias deciden. Hoy, me he llevado una gran decepción, porque no hablan de la paliza que le han dado al marido de una compañera, los cuernos de la otra, la que vive en la casa de debajo de su amado… ¡Anda que no hay basura! Y, si miramos a los más pulcros, flipas compadre…
Quema el coche de su ex cuñada… Y, me pregunto, soy Pedro, por cierto: ‘Para esto hace falta crear un recipiente para volver al CASO y a los casos de suicidios, adicciones, ruinas… La despeinada presentadora vuelve a decir que le encanta. El problema es que entrevistar, opinar, sacar, meter, quitar, poner… ¿No hay temas que ayuden a crear una sociedad menos enferma? o ¿se trata de destruir al precio que sea?
La muerte no es la solución, el juego, tampoco. ¡Qué emoción!
Menos mal que al rato sale una con fairy y tensoactivo, ceramidas, hialurónico, función barrera. Y, ¿tú cómo te secas? esto me lo ahorro…