Sigue la guerra en el ámbito de la izquierda mediática y, aunque sin sangre, no por ello menos brutal. La declaración de guerra contra ‘ElDiario.es’ de Ignacio Escolar lanzada por Pablo Iglesias desde su complejo Red ha generado fuertes oleajes, algunos de los cuales han roto directamente sobre él mismo.
Así, mientras que desde el canal y el digital de Iglesias han seguido atizando a ‘ElDiario.es’ (en este caso, a Javier Gallego y su ‘Carne Cruda’ por una entrevista a Victoria Rosell), el impacto de las granadas del grupo mediático más cercano a Podemos también ha producido daños internos.
El periodista Miguel Gómez Garrido ha recordado cómo durante su etapa como trabajador de ‘La Última Hora’, el medio digital impulsado por Podemos en su momento con Dinna Bousselham como directora, “una persona ahora da lecciones de deontología y periodismo me impidió no ser crítico con Telecinco para que no apartasen a Monedero de sus tertulias”.
Con dicha definición, se abarca una lista de nombres que podrían abarcar desde el propio Iglesias a algunos de los trabajadores del complejo Red que en esa época ocupaban cargos orgánicos en Podemos. Pero la cuestión es que Gómez Garrido, en una de las respuestas a su tuit, apuntaba también casos de posible explotación laboral: “Tuvimos que recordar que la semana no tenía seis días y que, si los tenía, debían pagarse”.
La ruptura de una ‘amistad’
Ante los ataques de Iglesias y su gente, el lunes pasado el Comité de Redacción de ‘ElDiario.es’ emitió un comunicado en el que denunciaba “los señalamientos y falsedades vertidas en los últimos días contra periodistas de esta plantilla por su labor informativa”, negando “todas las acusaciones vertidas contra ellas para desacreditar sus informaciones y su trabajo”.
En concreto, el comunicado se refería a las acusaciones vertidas desde el complejo Red, especialmente contra la jefa de Género, Ana Requena, según las cuales dicho medio -a través de una conversación de aquella con otro periodista del mismo a la que había tenido acceso el digital de Iglesias– conocía las acusaciones contra el colaborador de ‘ElDiario.es’ Peio H. Riaño.
Sin embargo, continuaba la acusación, sólo tomó medidas contra él cuando se hicieron públicas. “Eldiario.es ocultó los acosos de su periodista Peio Riaño a pesar de que su cúpula los conocía”, titulaba. También señalaba al medio de Escolar por, según los de Iglesias, haberse negado a investigar el primer toque de atención sobre los comportamientos de Iñigo Errejón en un festival de música.
Estas acusaciones, difundidas el pasado viernes, crearon una fuerte incertidumbre dentro del digital de Escolar, según fuentes internas, hasta el punto de desatar una oleada de paranoia en la plantilla dadas las vinculaciones de algunos miembros y columnistas con el universo Podemos y la cercanía, en otros tiempos, al propio Iglesias.
De hecho, la situación ha llegado a tal punto que se ha llevado por delante algunas relaciones. Y es que, por ejemplo, no ha pasado desapercibido que hasta Aitor Riveiro, redactor encargado del seguimiento a Podemos que llegó a firmar junto a Pablo Iglesias un libro de conversaciones tras la salida de éste de la Vicepresidencia del Gobierno (publicado, por cierto, por la editorial ligada a Jaume Roures y Tatxo Benet), difundió en X el comunicado del Comité de Redacción.
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